El presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Luis Alfredo Fratti, aseguró que "después de Estados Unidos, Uruguay es el país que más caro vende sus carnes". Auguró un segundo semestre "con valores sensiblemente superiores". 

Para el jerarca, es el mejor momento para explotar las virtudes de producir carne a pasto y a cielo abierto, remarcando que desde hace años está prohibido por ley el uso de anabólicos, promotores de crecimiento en base a hormonas y antibióticos durante el engorde del ganado.

"Vamos por un camino que los demás no pueden transitar, tanto fuera como dentro de la región", aseguró el presidente de INAC.

"No hay ningún país en el mundo que tenga como Uruguay más de 50 años sin usar hormonas y anabólicos en la producción de carne y el engorde del ganado (prohibido por ley). Además, últimamente, fue el primero que agregó no usar antibióticos en las raciones como elemento para ayudar al crecimiento", recordó.

Para Fratti, no existe otro país que "pueda ser más eficiente que Uruguay produciendo carne a pasto. La Unión Europea no lo puede hacer, Estados Unidos no lo puede hacer con todo el ganado y los países que se jugaron mucho a la cría intensiva, no pueden dejar de usar hormonas de crecimiento".

Si bien es cierto que Uruguay, criando a pasto y sin usar hormonas, está pagando un costo alto, para el presidente del INAC, "la diferencia es clara. Hoy discutir el uso de hormonas y promotores de crecimiento en Uruguay es una barbaridad", dijo tajante cuestionando algún pedido que llegó meses atrás a la Junta del INAC.

"Creo que es una cuestión de Estado, no podemos replantearnos el uso de anabólicos o medicamentos que nos saquen de este padrón que Uruguay consiguió. Hoy tenemos una carne absolutamente diferenciada y eso es lo que hay que aprovechar", explicó.

Desafíos.

En un mundo donde todas las predicciones coinciden en que la producción mundial de carne bovina será inferior a la demanda, Uruguay tiene mucho por ganar.

Por eso, para Fratti, los mayores desafíos a futuro pasan por "mejorar la inserción internacional. No podemos decir que soñamos con diversificar más los mercados, porque en el camino, el único que aparece es Japón. No queda otra meta para alcanzar, a no ser que aparezca algún país que hoy no tenemos como cliente y que pida la habilitación. Hay que trabajar la apertura de Japón por la importancia que tiene como destino, pero la meta no es apostar a la diversificación".

Mejorar la inserción en Estados Unidos, donde ya se ingresa con carne ovina y vacuna desosada, bajar aranceles y lograr una cuota para carne vacuna de alta calidad, para competir en los segmentos más caros, es una de las grandes metas. También le sigue lograr abrir México y la Unión Europea para ovinos con hueso.

Por otro lado, Fratti reconoció que también "hay que encontrar en Corea del Sur los canales de comercialización que todavía no hemos encontrado. El precio juega, pero si Corea es un mercado en términos de precios similar al de Japón y competimos con otros exportadores (como Australia y EE.UU.) en todos los mercados ¿por qué no vamos a poder competir en Corea del Sur?".