A las devaluaciones de las monedas se suma la incertidumbre climática. 

La baja de los precios ganaderos continúa. A las presiones que venían de antes, con la devaluación en Brasil, la desvalorización del euro y del dólar australiano se agregan factores locales ahora con la incertidumbre climática y oferta estacional presionando adicionalmente. Las entradas se mantienen dispares y la preferencia son los ganados pesados, sobre todo novillos.

El precio para novillos bien terminados suele referenciarse en US$ 3,20 pero algunas plantas pasan precios menores. Para la vaca el rango es amplio y va de US$ 2,70 a US$ 2,80. Las entradas rondan los diez días para el novillo y las dos semanas para la vaca. 

En ovinos la oferta es muy escasa, la operativa es casi nula. La demanda es reducida ya que no hay actividad de varias plantas y los negocios son muy puntuales. 

La Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG) bajó cinco centavos su referencia para el novillo gordo a US$ 3,21 por kilo a la carne, y cinco a la vaca a US$ 2,79, que está a tres centavos de los mínimos del otoño pasado, la del novillo solo un centavo por encima de los mínimos de enero de 2014. Si cruzan esas referencias quedarán en los niveles más bajos en más de cuatro años.

En ovinos fue un desplome; dieciocho centavos tanto al cordero general como al pesado a US$ 3,90 el kilo y once a la oveja hasta US$ 3,50 el kilo. No cotizó el capón. Un panorama realmente incierto ahora inclusive para la carne ovina, a pesar de una oferta mínima. Es la cotización más baja del cordero desde agosto de 2014.

El mercado de reposición comenzó a sentir el ajuste del mercado del ganado gordo y la falta de lluvias. El martes y miércoles vendió Lote 21.

En la semana que culminó el 14 de marzo, la faena de vacunos aumentó 4,6% y totalizó 46.545 animales. En comparación a la semana equivalente de 2014, la faena fue 12% mayor. Se faenaron 23.731 novillos –51% de la faena total– y 22.054 vacas –47,4% del total–. La faena semanal de ovinos bajó 27% hasta 9.041 animales y fue 72% inferior a la de la semana equivalente de 2014. 

El precio promedio de exportación de la carne bovina uruguaya bajó de US$ 4.110 por tonelada a US$ 3.912. El promedio de las últimas cuatro semanas móviles fue US$ 3.943/ton, 1,1% mayor al que tenía a igual momento de 2014.

La ganadería parece sumarse a la incertidumbre agrícola. Si el precio de exportación se sostiene en US$ 4.000 para la carne vacuna y en más de US$ 4.000 para la carne ovina, los precios al productor deberán en algún momento reflejarlo. Es necesario que Brasil se estabilice, y es urgente que llueva y traiga así cierta calma.